martes, 18 de octubre de 2011

Isla Fuerte y sus ecosistemas de manglar



Isla Fuerte es una isla ubicada en el Caribe del país, al sur del Golfo de Morrosquillo, posee una gran diversidad en ecosistemas de arrecifes de coral, pastos marinos o praderas de fanerógamas y de bosques de manglar, ecosistema en el cual nos enfocaremos en este momento.


Los manglares son ecosistemas netamente tropicales, formados por árboles que poseen una gran tolerancia a la salinidad, se encuentran en zonas intermareales  cercanas a desembocaduras de ríos en las costas de latitudes tropicales, donde se ve la presencia de la mezcla de aguas saladas y dulces, o también llamadas salobres.


Al ser sistemas considerados como altamente productivos, poseen una alta diversidad, donde se debe tener en cuenta que existe una variedad de organismos habitantes del manglar a la que se le suma la abundancia de organismos foráneos, es decir de especies que toman este bioma como hábitat temporal, como lo son aves migratorias y algunos peces provenientes de sistemas adyacentes,  la unión de estos factores da pie para explicar la gran diversidad que poseen estos ecosistemas.


Las principales especies de mangle en la Isla son Avicennia germinans, Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa y Conocarpus erectus. Estas poseen diferentes adaptaciones para soportar los altos niveles de salinidad que se dan en los manglares, ya sean raíces altas o glándulas salinas por medio de las cuales expulsan los excesos de sal.





Sabías que...

El nombre de estos biomas proviene del tipo de árboles que conforman este ecosistema, mangle o mangrove proviene del guaraní y quiere decir “árbol retorcido”, cosa que caracteriza y describe a la perfección la forma de los árboles de éste bioma.







Nuestra experiencia:
En septiembre del 2011 fuimos a Isla Fuerte para nuestra primera salida de campo, uno de los trabajos que hicimos fue la medición de transectos donde reconocíamos las diferentes especies que se encuentran en estos ecosistemas, lo curiosos sucedió a medida que nos adentrábamos más y más en los manglares, pues cada vez el agua tendía a ser más profunda, hasta el punto en que a los mas altos les llegaba el agua al pecho.Fue toda una odisea entrar pero fue un reto más grande tratar de salir del manglar.





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